La Noruega más legendaria, tierra de vikingos y de las más sorprendentes creencias recogidas en su vasta mitología, combina a la perfección tradición, cultura y naturaleza. Noruega despliega ante nuestros ojos la paleta cromática más espectacular, desde sus fiordos y montañas más agrestes hasta su embravecido mar. Una belleza asombrosa que te abstraerá de la realidad y que te hará vivir momentos únicos. Viajar a Noruega te fascinará en cualquier época del año y te envolverá en una atmósfera mágica. Sus paisajes naturales te invitan a practicar un turismo sostenible acorde con la filosofía noruega que promueve el respeto por la ecología y la naturaleza, en una perfecta simbiosis con la comunidad.

En la parte más septentrional, en los confines de Europa, la puerta del Ártico nos sobrecogerá con la hermosura de Laponia noruega, territorio silencioso por encima del Círculo Polar y reino de la aurora boreal: viajar a Laponia noruega entre enero y marzo nos convertirá en verdaderos cazadores de auroras boreales, festival de luz y color, danza de valquirias que cabalgan el gélido horizonte, experiencia inolvidable y deseo de los más audaces viajeros. La naturaleza más rotunda de Noruega se escenifica en sus pintorescos fiordos -estrechas entradas de mar excavadas y talladas por la acción de los glaciares transformando su impresionante vista en pura poesía: perfecta declaración de intenciones entre belleza y naturaleza.

Tierra vikinga por excelencia, viajar a Noruega nos permitirá seguir el rastro de esta cultura que sembró el terror en gran parte de la Europa medieval. Ahora, ya sin riesgos, Noruega está salpicada por numerosos museos y festivales vikingos que nos enseñarán cómo vivían y cómo fueron capaces de fraguar tantas conquistas. Admiraremos su coraje, su valentía y su cultura que nos hará viajar a tiempos remotos donde brindaremos en el Valhalla de la legendaria ciudad de Asgard por Odín. Los vikingos fueron una civilización combativa, guerrera y conquistadora que atemorizó a una gran parte de Europa. Conocidos como el “terror del norte” su influencia no dejó indiferente a una sociedad que vivía más en la superstición que en la razón. Una sociedad medieval que mitificó el carácter vikingo en sus anales y de los que nos ha llegado esa visión simplista en una Europa en constante guerra. Un acercamiento a su cultura nos descubrirá una sociedad mucho más compleja y organizada, en la que el amor por la vida primaba por encima de todas las cosas; en la que el arte no era tan rudimentario; en la que personificaban las fuerzas de la naturaleza en su panteón divino o donde la legendaria Vinlandia renace en las costas de Terranova demostrando lo duchos que eran en el arte de la navegación. En definitiva, una sociedad avanzada que ha dejado sus huellas y sus runas en toda Escandinavia.
Además del poder de su naturaleza y de su cultura vikinga, las ciudades noruegas desprenden un encanto especial. Oslo, su capital, es una ciudad en movimiento que ha sabido combinar la tradición escandinava con las más modernas tendencias culturales: su arquitectura, su respeto al medio ambiente y su sostenibilidad son reconocidas mundialmente. Bergen, entre las montañas y su agitado mar, posee una historia que la encumbró como una de las sedes de la Liga Hanseática en la Edad Media; de fundación vikinga, su arraigo y tradición la definen. Trondheim es la ciudad universitaria por excelencia, de ahí su interés por la cultura en todas sus facetas. Flam es uno de los pueblos más bellos de Noruega, ubicado en la orilla más interior del fiordo Aurlandsfjord, entre escarpadas montañas y rodeado de una exuberante naturaleza, donde su paisaje no te dejará indiferente. Las islas Lofoten nos descubren sus pintorescos pueblos pesqueros en un entorno idílico de impresionantes montañas y profundos fiordos. Tromso es la puerta de entrada al Ártico donde podrás ir a la caza de las esquivas auroras boreales y disfrutar del sol de medianoche. Stanvanger, con sus atracciones naturales mundialmente conocidas como el fiordo Lysefjord, la playa de Sola y el famoso Preikestolen (El Púlpito), que se encuentra 604 metros sobre el nivel del mar y es una de las plataformas más espectaculares del planeta; o Roros, una de las localidades más antiguas de Europa y con más tradición, en la que destacan sus edificios de madera y su entorno declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Noruega te fascinará al desplegar ante tus ojos todo el poder de su naturaleza. Sin duda, es un destino que siempre nos ofrecerá lo mejor en cualquier época del año.

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